Ayer a la madrugada una joven denunció que mientras esperaba tomar un micro en la sala de espera de la terminal de ómnibus, alguien pasó a su lado y le arrebató el celular.
Al darse cuenta de la maniobra, se aproximó a un policía, a quien dirigió el reclamo.
En pocos minutos una decena de efectivos se hicieron presentes en el lugar y comenzaron a requisar a quienes compartían la sala de espera con la víctima, con resultado negativo.