Abel Telésforo Lucero Garay (25) fue condenado a cadena perpetua por haber matado a su mujer, en el contexto de una noche de alcohol y violencia, en un puesto de Malargue, donde tenían domicilio.
La autopsia indicó que Maribel Anahí Marcuzzi, embarazada de ocho meses, murió degollada en manos de su pareja, con quien también tenía una nena de tres años.
La madrugada del domingo 5 de agosto de 2012, la Comisaría de Malargue había recibido un llamado alertando sobre la presencia de una joven muerta en su vivienda, ubicada en la zona rural de La Junta, del vecino departamento, a unos 25 kilómetros de la Ciudad.
El cuadro con que se encontraron los efectivos mostraba a una mujer de 19 años, con un incipiente embarazo, tirada en el piso, ensangrentada.
A su lado yacían las armas homicidas: un cuchillo y un palo, que aún conservaba enredados cabellos de la mujer.
Más tarde se determinó que la víctima se trataba de Maribel Marcusi, y embarazada de 8 meses.
Su marido dijo que al momento de llegar con sus amigos de una «juntada» se encontró con el sangriento cuadro.
DOS RESPONSABLES
En ese entonces, el juez de instrucción Pablo Peñasco, ordenó la detención del esposo de la joven, como así también dos amigos de éste, Juan Carlos Montoya Damian y Pedro Jaque Gutiérrez, quienes habían cenado con la pareja la noche anterior.
Mientras que Jaque fue absuelto del hecho, Lucero y Montoya fueron remitidos a la penitenciaría local.
Al parecer el matrimonio mantuvo una discusión porque Lucero le pidió dinero para comprar más alcohol, a lo que ella se negó, y por eso la reacción de su marido.
Fueron los jueces Ariel Hernández, Rodolfo Luque y Julio Bittar quienes condenaron al marido de Maribel a prisión perpetua, como autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el vínculo.
Por su parte, el amigo de Lucero, Juan Carlos Montoya, recibió una pena de 14 años de cárcel, como coautor de homicidio simple, puesto que ayudó a sujetar a la mujer mientras su esposo la degollaba.
La sentencia coincidió con lo solicitado por la parte querellante y el fiscal Jamsech, no así con la defensa que pidió la absolución de ambos.