Después de un año y medio de aprobado el proyecto, finalmente el ministro de Transporte de la Provincia, Diego Martínez Palau, dio el visto bueno para que se incorpore un artículo a las obligaciones de los concesionarios de la ley de Tránsito para que los actuales parabrisas y ventanillas sean laminados e inastillables.
El autor del proyecto, el senador Armando Camerucci, solicitó en su oportunidad «incorporar al artículo 160, de las Obligaciones de los Concesionarios, de la Ley 6082 de Tránsito y Transporte, el inciso q) el cual dispone la sustitución de los actuales vidrios de parabrisas y de ventanillas por cristales de seguridad inastillables o laminados».
POR LA INSEGURIDAD
El motivo de este pedido es que desde hace tiempo los vehículos de transporte público de pasajeros han pasado a ser el blanco de ataques con todo tipo de elementos contundentes, pero lo más llamativo es el recrudecimiento de esta práctica en los últimos años, causando lesiones de diversa gravedad a pasajeros y conductores.
«Lo preocupante de esta problemática es que no hay parámetro para predecir los ataques, en muchos casos con fines de robo y, a veces, consumados por ciudadanos con la sola finalidad de “divertirse”. Este tipo de agresiones no sólo se registra en rutas sino también en las zonas urbanas o rurales, lo que agrava el diagnóstico» indicó el legislador.
Esta propuesta fue analizada por los técnicos de Transporte Ezequiel Araya y Santos Tobares, luego pasó a la oficina legal y firmaron el visto bueno los doctores Franco Laghezza, y Laura Moles y finalmente el ministro de Transporte avaló la propuesta de Camerucci para que esta exigencia a los concesionarios del transporte sea incluída en las próximas licitaciones.
Los ataques a colectivos no sólo se dan en toda la geografía provincial sino que también se producen a distintas horas del día. Esta imprevisibilidad hace imposible el refuerzo de la seguridad porque no se sabe cuándo ni dónde exactamente va a ocurrir este tipo de agresión.
Otro inconveniente es determinar la cantidad de personas accidentadas en colectivos ya que la gran mayoría no realiza la denuncia correspondiente.
Algunos concesionarios del servicio de transporte público de pasajeros, han cambiado los circuitos de los colectivos por razones de seguridad y algunas empresas han evaluado restringir frecuencias y hasta a suspender algunos servicios.
Varias empresas de colectivos han adoptado como medidas paliativas el cierre de las cortinas o apagar las luces, en horario nocturno, para que el vehículo llame menos la atención y sea un blanco menos fácil.
«Se puede pensar que la solución más sencilla y más económica es colocar films antivandálicos que se adhieren a las ventanas de los vidrios de los ómnibus, impidiendo que el proyectil rompa el vidrio cayendo los mismos sobre el pasajero. El problema es que en la mayoría de los autobuses las ventanillas sirven también como salida de emergencia y en caso de tener un accidente, esos film no podrán ser rotos para evacuar el ómnibus rápidamente», afirmó Camerucci.
En San Rafael son al menos 5 por mes los ataques con elementos contundentes a colectivos por mes, según los responsables de las empresas prestadoras de servicios. Produciéndose estos lamentables hechos no sólo en lugares considerados “conflictivos” sino en toda la geografía del Municipio.
ANTE ATAQUES PAGA LA EMPRESA
Frente a tales ataques el Código de Comercio de la Nación, establece en el artículo 184 que “en caso de muerte o lesión de un viajero, acaecida durante el transporte en ferrocarril, la empresa estará obligada al pleno resarcimiento de los daños y perjuicios, no obstante cualquier pacto en contrario, a menos que pruebe que el accidente provino de fuerza mayor o sucedió por culpa de la víctima o de un tercero por quien la empresa no sea civilmente responsable.”