En estos momentos dos bebés, de cinco y seis meses de edad, se encuentran internados en la sala de Terapia Intensiva Pediátrica del Htal. Schestakow, con la bacteria que produce el botulismo.
Se trata de lactantes que contrajeron la enfermedad, presuntamente, por la ingesta de leche materna.
El director del nosocomio, Dr. Gonzalo Herrera, explicó que desde la puesta en marcha de esta sala se recibieron unos 10 pacientes con esta patología.
En cuanto a las criaturas, una está conectada a un respirador, y la otra sin él, ambos la espera de la reacción de los medicamentos para matar la bacteria.
BOTULISMO DEL BEBÉ
El botulismo del lactante es una enfermedad poco frecuente pero potencialmente mortal que afecta a niños menores de un año y resulta de la ingestión de la espora de la bacteria Clostridium botulinum.
Las esporas de Clostridium botulinum -que no ocasionan enfermedad cuando son consumidas por adultos saludables- pueden colonizar, germinar, multiplicarse y generar sustancias altamente tóxicas (toxina botulínica) en el tracto intestinal de bebés menores de un año. Esto se debe a la ausencia fisiológica del suficiente nivel de acidez gástrica y de flora protectora en el aparato gastrointestinal de los niños en esta franja etaria.
Existen otras presentaciones de botulismo: el que se produce en personas adultas al consumir alimentos contaminados con la toxina botulínica preformada (botulismo alimentario) o el que es producido por la toxina formada desde una herida infectada (botulismo por heridas). También puede darse la forma iatrogénica por la sobredosis accidental de la toxina botulínica en tratamientos estéticos.
Todas las formas de botulismo pueden ser fatales y son consideradas emergencias médicas.
AGENTE ETIOLÓGICO: Clostridium botulinum. Es un bacilo gram positivo, común en la naturaleza, que se encuentra en el suelo y es productor de la toxina neuroparalizante más potente que se conoce. Su desarrollo se ve favorecido con bajas condiciones de oxígeno. Frente a condiciones adversas en el
medio ambiente, forma esporas que le permiten permanecer en estado de latencia.
Existen 7 tipos de toxinas botulínicas designadas de la letra A a la G. Sólo los tipos A, B, E y F causan enfermedad en el humano.
PRESENTACIÓN CLÍNICA. En el intestino del bebé, las esporas germinan, se multiplica la forma vegetativa y los bacilos se lisan liberando la toxina botulínica. La toxina es absorbida en colon, pasa a la sangre, se une a los nervios periféricos y bloquea la liberación de acetilcolina en las placas neuromusculares impidiendo de esta manera la contracción muscular. Como resultado de la parálisis muscular producida por la neurotoxina, los bebés con botulismo padecen letargia, falta de expresión en el rostro, dificultad para tragar y
succionar, comen poco, están constipados, tienen llanto débil y poseen pobre tono muscular. Si progresa puede producir parálisis de los músculos respiratorios llevando a la muerte. Sin embargo, en ausencia de complicaciones los pacientes pueden recuperarse totalmente de la enfermedad.