HOY SAN RAFAEL ha publicado un sinfin de críticas al gobierno de Francisco Pérez, desde su inicio, en abril de 2013.
Motivaron tales notas la permanente falta de respuesta del Estado Provincial a los problemas de nuestra región.
No hay plata para reparar o instalar nuevos semáforos, comprar patrulleros, abonar mejores sueldos a los empleados que trabajan, pero sí para pagar obra pública cara, contratar «ñoquis» y empapelar los departamentos con carteles que hablan maravillas de la gestión de Paco. También hay cientos de millones de pesos para pautar publicidad con medios amigos, que no critiquen.
El sanrafaelino no es tonto, se da cuenta de la mala administración de Pérez, y es por eso que en la encuesta que hicimos la semana pasada, se desprendió que el 80% de los lectores tienen una imagen negativa del gobernador.
Podríamos hacer un listado de todos los perjuicios que ha sufrido San Rafael desde la asunción de este hombre, que no fue ni más ni menos que la continuidad nefasta de la gestión de Celso Jaque, quien dejó más clavos que los existentes en una cadena de ferreterías.
Pero dejemos que el periodista Marcelo Arce, del diario digital mdzol.com, nos cuente la situación social y económica del gobierno de Pérez, a escasos 6 meses de su ida.
Eso sí, entrega la provincia FUNDIDA, pero quiere seguir prendido a la teta del Estado, con una candidatura al PARLASUR.
MENDOZA FUNDIDA
POR MARCELO ARCE – Francisco Pérez está cumpliendo a rajatabla lo que se propuso hace algo más de tres meses cuando la campaña se puso en marcha. “Lleguemos a junio… y después vemos”, le dijo el gobernador a un pequeño grupo de colaboradores en aquél momento, cuando los problemas financieros de la provincia se agudizaron y algunos intentaban frenar los acuerdos paritarios con los gremios de la salud.
Y la verdad que se está siguiendo el libreto al pie de la letra. El viernes, de una provincia que solo para pagar los sueldos mes a mes necesita $1.200 millones, la Tesorería de la provincia acumulaba solo $40 millones, una cifra irrisoria que marca el dramático escenario de que estamos fundidos.
La visita presidencial del miércoles, los debates entre los candidatos y otras cuestiones vinculadas a la campaña, dejaron en un segundo plano el descalabro de los números esta semana: el Gobierno canceló órdenes de publicidad, le pagó por presión de Buenos Aires a algunos productores de La Brújula (el evento cultural que montó en espacio Le Parc) y le transfirió monedas a los municipios que, como en el caso de Guaymallén, tuvieron problemas para hace frente al pago de sueldos de sus empleados. Y nada más.
Antes del día 5, el ministerio de Hacienda debía coparticipar entre las comunas al menos $200 millones correspondiente a la quincena, que llegaron en cuentagotas a Luján, a Santa Rosa, a Lavalle y a San Rafael, entre unas pocas municipalidades, que ya acumulan una deuda incalculable por parte del Estado por este concepto.
Proveedores, siguen sin cobrar prácticamente ninguno. A OSEP no le transfieren recursos desde hace meses y día a día salen órdenes de pago para hacer frente a las boletas de luz y agua en las reparticiones púbicas ante los avisos de corte.
Estos días que vienen serán complicados. Hacienda acumula una deuda de casi $10 millones con los Institutos Tecnológicos Universitarios y con los trabajadores del Iscamen en conjunto y es una incógnita de dónde saldrán los fondos para un vencimiento de deuda fuerte que operará el martes.
Ese día Hacienda deberá cancelar una cuota de aproximadamente $140 millones de la letra por $224 millones emitida en abril y se descuenta que, si no se emite nueva deuda mañana, será imposible evitar el default.
Los aguinaldos se pagarán, porque Cristina Kirchner no dejará desamparado a Paco como sí lo hizo en marzo. Pero el futuro será de incertidumbre a partir de julio.
Aquí hay que encontrar las razones de por qué el peronismo mendocino arrió las banderas de esa actitud desafiante que tuvo con la Casa Rosada y que culminó hace tres días nada más.
Pérez se juega todo a que, al menos hasta octubre, la Nación lo sostenga. “Si quieren ganar las elecciones acá, que se hagan cargo”, fue la continuidad de la frase del mandatario que ha dado asimismo en estas últimos tiempos de gestión señales alarmantes.
Una de ellas, una gravísima despreocupación por el manejo de las cuentas públicas. Y la otra, fue consolidar un estilo de gobierno sujeto a constantes variaciones en su estado de ánimo.
Basta recorrer los despachos de algunos ministerios en la Casa de Gobierno para enterarse como el clima es irrespirable producto de los gritos, los desplantes y las iras del gobernador.
El último episodio escandaloso fue hace unas semanas, cuando en medio de una discusión a bordo del auto oficial y en plena calle, renunció el secretario privado de Pérez harto ya de los malos tratos.
Paco está sintiendo los efectos de que se acerca su fin en el poder. Pero deberá acotar los alcances de su explosiva personalidad si no quiere sumergir a Mendoza en una crisis sin retorno en la transición que se avecina.
Algo de eso ya hablaron Adolfo Bermejo y Alfredo Cornejo. Pero todo es incertidumbre. El candidato oficialista no quiere enfrentar por ahora al Gobierno, más allá de que comparte con el intendente de Godoy Cruz la profundidad del problema. Y el radical, en caso de ganar, descarta que el gobernador vaya a abrir la información de la verdadera situación del Estado hasta diciembre.
Ella vino finalmente. La presidenta cumplió con el compromiso que había asumido con Bermejo tras el acuerdo para definir quiénes encabezarán las listas de candidatos a legisladores nacionales del Frente para la Victoria y visitó Mendoza con la habitual parafernalia que se ha visto en las 22 cadenas nacionales que ya lleva en lo que va del año.
El acto tuvo todo el color de haber sido un montaje a las apuradas y dominado por la hipocresía.
El apuro se notó en el anuncio repetido de que se hará finalmente la presa Los Blancos. Todavía, entre otras, existen dudas acerca de cómo la Nación aportará los $964 millones que comprometió y que deberá afrontar el próximo gobierno a través de la creación de un fideicomiso.
Cristina nos dijo otra vez el miércoles que se desvive por Mendoza. Pero ¿Cuál es la verdadera presidenta? ¿La que dijo que no se quería ir esta tierra? ¿O la que en marzo castigó a Pérez dejando a 80.000 personas sin cobrar sus sueldos?
Y el verdadero gobernador ¿Cuál es? ¿El que estaba emocionado hasta las lágrimas en Fray Luis Beltrán mientras le hablaba a la presidenta? ¿O el que, en momentos del reciente conflicto con la Nación, la insultaba sin control sin importar ante quién se encontraba?
De todas formas Cristina vino y prometió cosas. Una forma, ya habitual, de cómo el kirchnerismo entiende la relación con las provincias.
Las obras y los aportes nacionales llegan si los gobernadores responden a lo que se impone desde Buenos Aires. De otra forma, hay que sobrevivir a pan y agua (artículo publicado hoy en mdzol.com).