A las 8 de la mañana de ayer, cuando se realizaba el relevo de guardia de la Playa de Secuestro del Parque Mariano, se detecta la desaparición de dos motos que habían sido trasladadas recientemente, una Zanella Sol 110, y otra Guerrero 110 cc.
Las huellas eran inconfundibles, por lo que personal policial las siguió hasta un domicilio de Federico Cantoni y callejón Los Hinojos, de El Molino.
Al golpear en la vivienda, salió una mujer, quien reconoció que la Zanella estaba allí, ya que su hijo de 16 años la había traído horas antes diciendo que la había comprado.
Mientras se secuestraba el vehículo apareció el padre del adolescente, un hombre de unos 40 años, quien le dijo a los efectivos que estaba al tanto de todo, y que acababa de dejar a su hijo con el Dr. Lizardi (abogado), para que se presentara en la Comisaría del Menor.
SE ENCONTRO TAMBIEN LA OTRA MOTO
La moto faltante, la Guerrero 11o cc, apareció también, pero en otro contexto.
Vecinos de calle Esquiú y Palao divisaron a las 9:20 de la mañana, oculta entre malezas, la moto en cuestión, por lo que llamaron al 911 para dar la novedad.
La misma estaba tapada con yuyos y cartones, dentro de un predio donde existe una obra en construcción.