Lorena Antequera (38) tiene dos hijos de 6 y 11 años; durante 17 años compartió su vida con Julio Cesar Encina (FOTO), que actualmente tiene 43 años.
Como todas las relaciones, tuvo idas y vueltas, pero en noviembre pasado la gota que rebasó el vaso determinó que cada cual buscara un domicilio donde vivir, pues -además- fueron desalojados de la casa que ocupaban, puesto que la empleadora del hombre le pidió la propiedad que le prestaba, debido a un robo hormiga que venía perpetrando desde hace un tiempo, por el cual fue denunciado penalmente.
Ella alquilo un departamento de apenas dos ambientes, mientras que él se fue a vivir a casa de sus padres.
Sin embargo, Encina no pudo soportar que Lorena lo haya abandonado; la persiguió, la hostigó y la amenazó de muerte en caso de no volver con él.
Es más, desde enero pasado dejó de aportar económicamente para la manutención de los chicos, por lo que Lorena se convirtió en la única sostén de las criaturas, con un sueldo de docente.
Pero lo que no pasaba de un maltrato verbal o violencia psicológica, pasó a mayores, pues Encina intentó golpearla en un par de ocasiones, ingresó a su casa mientras ella no estaba, le robó unos documentos y hasta en varias ocasiones le golpeaba la puerta de su casa a patadas.
«Me decía que me iba a pegar un tiro y que después de iba a matar», comentó Lorena esta mañana en el programa «Domingos de Furia», que se transmite por Radio 10 (FM 90.1), a la vez que recordó que mientras vivían juntos él tenía un arma de fuego.
El 15 de abril pasado, y tras una serie de denuncias, la Justicia resolvió imponerle una prohibición de acercamiento a Encinas.
Sin embargo la violó sistemáticamente, incluso metiéndose a la fuerza en el departamento de apenas un dormitorio que comparten sus dos hijos con su mamá.
Hasta le rompió el vidrio de su auto y el espejo retrovisor, utilizando un cascote, y con la ayuda de un tercero, el cual fue detenido.
Esta acción ameritó que el hombre fuera preso por un par de días, pero lejos de escarmentar siguió hostigando a Lorena.
CRUZO TODOS LOS LIMITES
El último martes Lorena se trasladó con su automovil a uno de los colegios donde da clases, en este caso en Rama Caida.
Cuando iba por ruta 143 observó como un Chevrolet Corsa rojo se le puso a la par y la encerró, chocándola en varias oportunidades, tal como en las películas holywoodenses.
Después de casi atropellar a un ciclista que venía por su derecha, se tiró a la banquina, y allí observó que el conductor del coche era su ex, por lo que volvió a acelerar con destino a su escuela.
Eran las 12:30 del mediodía, y por la ruta circulaban muchos vehículos.
Lorena intentaba llegar a toda costa al establecimiento escolar, mientras su ex la seguía en forma en forma compulsiva.
A la altura de calle La Vilina, el hombre le atravesó el Corsa, se bajó del mismo con un revolver y amenazó con dispararle.
Mucha gente observaba el episodio, pero poco podían hacer al ver al sujeto armado, y fuera de sí.
Acto seguido la bajó del coche, y la arrastró hasta el Corsa, fue allí cuando Lorena aprovechó un segundo de distracción de Encina para sacar el gas pimienta que tenía en su bolsillo y rociárselo sobre la cara.
Mientras él se desesperaba intentando respirar, un vecino abrió el portón de su casa y ayudó a la mujer a ingresar, salvaguardándola del potencial homicida.
En tanto, Encina se subió al auto y se dio a la fuga, siendo detenido a unos kilómetros del lugar.
Curiosamente, el auto secuestrado es propiedad del abogado de Encina, Dr. Sergio Ortiz, y se descubrió que en el mismo había un cuchillo tipo de cocinero y precintos, por lo que se estima que la intención del agresor era maniatar a su ex, y quizás acabar con su vida.
Actualmente el agresor se encuentra detenido en dependencia policial, y podría ser enviado a la cárcel esta semana por «femicidio en grado de tentativa», la misma figura legal que le correspondió al bailarín Sergio Sosa.