El dueño de este Renault Clio no tuvo mejor lugar para detener el vehículo que en medio de la ciclovía de ruta 143, para realizar un cambio de aceite, o hacer una reparación.
Mientras los ciclistas no tenían otra alternativa que esquivarlo, uno de ellos -que hace ciclismo deportivo- le hizo saber de la infracción vial, a lo que el hombre respondió de mala manera, y totalmente ofendido por el planteo. De más está decir que el coche no lo corrió hasta que no terminó de hacer lo suyo.
Con gente así se convive en San Rafael… Difícil será entonces materializar una sociedad ordenada, donde primer el respeto y el cumplimiento de las leyes en vigencia.