Jesús Ayala fue condenado a la pena de 19 años de prisión por el homicidio que perpetró el 3 de agosto del año pasado en su humilde casa de calle Cubillos de Rama Caída.
El joven de 29 años trabajaba como playero de la estación de servicios YPF de la Vuelta de Stocco, y vivía junto a Débora Nélida Gomez (23), quien era madre de tres criaturas, de cinco y tres años, y seis meses de vida (las dos últimas de Ayala).
Esa madrugada el hombre discutió con Débora y la mató de cuatro mazazos en la cabeza.
Mientras que la defensa del homicida pidió la absolución, argumentando que el homicida era inimputable, la querella, representada por el Dr. José Duran, solicitó prisión perpetua.
En este sentido, la Primera Cámara del Crimen estuvo más cerca de los 22 años que pidió el fiscal.
La causa terminó siendo caratulada como «homicidio agravado por el vínculo sin emoción violenta».
El Dr. Duran, en declaraciones a HOY SAN RAFAEL, dijo no estar conforme con la sentencia, pero que aguardará a la lectura de los argumentos del tribunal el miércoles próximo. «La sacó barata», expresó el abogado que representó a la familia de Debora.
LOS HECHOS
El cuerpo de la mujer apareció dentro del baúl del coche de Ayala, el cual estaba estacionado a la orilla de ruta 143 y Cubillos.
La policía llegó al lugar gracias al llamado del padre del homicida, a quien el playero le confesó por teléfono lo que había hecho.
Tras los mazazos, la reacción del homicida fue colocar el cuerpo de su mujer en el baúl de su Renault 12 blanco (con la presunta intención de deshacerse de él) aunque luego lo sacó para tenderlo sobre el piso, hasta la llegada de la policía.
NO LIMPIABA EL BAÑO
«No limpiaba el baño… salía y volvía a cualquier hora… no hacía la comida… no se encargaba de los chicos», fueron algunas de las declaraciones de Ayala en el juicio.
Quiso explicar la reacción de los mazazos con críticas a su concubina, cosa que terminó siendo irrelevante para el tribunal.