POR ALEJANDRO DELL ORBO – Se van Francisco Pérez y Cristina Fernandez; ¿y qué dejan?… Una provincia y país fundido, respectivamente.
Cuando ellos asumieron sus cargos había plata en el Htal. Schestakow para pagar la recarga de los matafuegos.
Ahora no hay ni para comprar una caja de Curitas.
No es un hecho menor que los matafuegos estén vencidos hace un mes, ya que diez años atrás se produjo un incendio en el nosocomio, en el sector de Consultorios Externos, que le costó al Estado provincial una millonada, y a los vecinos un sinfín de incomodidades.
¿DECADA GANADA?
Hacer leña del árbol caído no tiene demasiado sentido, aunque sí señalar que estos 8 y 12 años de fiesta en Mendoza y Argentina tuvieron su precio, que terminamos pagando TODOS en el ocaso de los gobiernos de Paco y doña Tina.
Los médicos cobran históricamente una suerte de sobresueldo, consistente en la comida que le prepara el hospital mientras están de guardia. Ahora ni eso. La empresa encargada de la gastronomía del Schestakow decidió suspender las viandas al personal, porque les deben fortuna.
Lo bueno que nos dejan Paco y Cris es el flamante servicio de cucarachas, que ceban mate al paciente y sus acompañantes.
Caminan por muebles y paredes del nosocomio como si fuera una peatonal, y todo por el mismo precio.
Estos datos, que apenas son de color, en realidad son la punta del iceberg del centro asistencial más importante de la región. Termina el 2015 con un déficit de unos 30 millones de pesos, y con un sinfin de miserias.
A Dios gracias hay una Cooperadora que es una de las mejores del mundo; la que ha donado tantas cosas que no nos alcanzarían diez carillas para enumerarlas.
Ni Armando Dauverné, ni Gonzalo Herrera (directores ejecutivos de estos últimos 8 años) tienen culpa de lo ocurrido (al menos en cuanto a lo económico, sí por las cucarachas). La plata que les envió el gobierno central de Mendoza fue exigua, que no cubre los gastos básicos.
Los que no fueron exiguos estos años son los aprietes que recibimos los vecinos de a pie, en cuanto a la gran cantidad de plata que tributamos en impuestos.