Comer en un restaurante es misión imposible en San Rafael, al menos hoy primero de enero al mediodía.
Todos, absolutamente todos los locales gastronómicos del bulevar oeste están cerrados.
La sola excepción es el restaurante del Hotel Tower, que debe permanecer abierto todos los días del año par darle de comer a sus clientes.
Puede verse a los turistas caminando sin rumbo por la calle, buscando un lugar donde almorzar.
Esta mañana tampoco abrieron las confiterías y cafés céntricos, por lo que desayunar tampoco fue tarea fácil.
En definitiva, y sin ánimo de crítica a los empresarios gastronómicos, la oferta en este sentido es mínima, como anoche, donde apenas abrieron dos locales del bulevar.
Ellos conocen sus costos, y también la demanda, pero lo cierto es que como ciudad turística hoy nos sacamos un uno.