Esa imagen tan tétrica y temida, consistente en ver como se lleva el agua los cajones del cementerio de la Villa 25 de Mayo, estuvo a horas de transformarse en una realidad.
La rápida reacción de la Municipalidad, Irrigación, Hidraúlica y Vialidad Provincial evitó que los féretros flotaran el fin de semana por el Río Seco Salado.
Las lluvias que se produjeron aguas arriba durante el viernes y sábado, hicieron que pasaran por los badenes más de 400 metros cúbicos de agua por segundo, a la altura de la villa cabecera del distrito. Para que el lector se de una idea, fue el equivalente a la erogación de diez ríos Atuel, a la altura de los camping de Valle Grande.
El natural colector aluvional casi se desborda. Necesitó de urgentes trabajos con máquinas de los distintos organismos, para elevar el terraplén.
Si bien ya casi no pasa agua, siguen los trabajos, consistentes en camionadas de tierra y roca para elevar aún más las defensas que protegen al cementerio.
PASO CORTADO
El agua terminó fluyendo por el río Diamante Seco, y ocasionó que se llevara puesto los pasos de El Molino y Pobre Diablo por presencia de socavones, por lo cual los automovilistas debieron circular obligatoriamente por los dos puentes de la avenida Balloffet.
Se prevén más situaciones como estas, al menos hasta el mes de agosto, cuando de fin este ciclo climatológico denominado «El Niño».
LA SOLUCION
Según los expertos, es necesaria la extensión de la linea de ribera del río Diamante, aguas abajo del dique Galileo Vitali, con un mayor volumen que el determinado para el tramo entre los diques El Tigre y Galileo Vitali, que es de 280 m3 por segundo.
Pero aguas abajo del Galileo Vitali ese volumen es irrisorio, por cuanto el Río Seco Salado -que no tiene acceso a este dique, ya que pasa por el costado- tiene registros históricos de 400/600 m3 por segundo, pues es el mayor colector aluvional natural del costado norte del río Diamante. Pero esa determinación nunca se tomó.
Además, afirman que debería prohibirse acampar y entrar con vehículos a las playas que se forman a la vera norte del Galileo Vitali, por cuanto cualquier tormenta aguas arriba puede generar una verdadera tragedia.