Si bien la policía local no tiene zonas rojas, ya que entra a todos lados, debe hacerlo con muchísimo cuidado en ciertos barrios, y aguardando que se junten al menos tres movilidades para ingresar.
Hablamos de barrio Constitución, El Molino, la Isla y Sosneado, entre otros.
Ya sea para responder a un llamado al 911, o para realizar un control de rutina o allanamiento, los patrulleros asisten y muchas veces (a cualquier hora) les arrojan todo tipo de elementos contundentes, incluso los balean.
El resultante es uniformados heridos y coches rotos.
Muy poco se dice acerca que estos empleados públicos arriesgan sus vidas por sueldos promedio de 10 mil pesos. Y recién ahora, con la llegada del gobernador Alfredo Cornejo, cuentan con un cierto respaldo político que no le dieron gobiernos anteriores.
LOS ULTIMOS HECHOS
Ya dimos cuenta en otra nota que rompieron de un cascotazo el cristal de la puerta trasera derecha de un móvil Renault Fluence, de los nuevos, cuando se dirigió a la Isla en busca de un herido de bala.
Misma suerte corrió otro de los Renault nuevos de la UEP, cuando fue atacado por un grupo de jóvenes frente a los monoblock de Telles Meneses.
Descuadre y rotura de vidrio de puerta trasera izquierda fue el daño provocado con un piedrazo.
Pero lo peor fue que resultó herido un auxiliar de apellido Magallanes, a quien debieron darle en la Policlínica cinco puntos de sutura por un corte en cuero cabelludo.
En el operativo resultó detenido Lucas Quiroz (19), responsable del destrozo, y quien tenía en su poder un arma blanca.
También recordamos que ayer en la madrugada, en la plaza de la Isla, policías intentaron identificar a un sujeto que manipulaba un arma de fuego, pero se encontraron con una lluvia de piedras, que dañaron el techo, puerta y capot de un móvil de motorizada (imagen ilustrativa).