Un conocido reportero gráfico sanrafaelino se dedicó a tomar los precios de las estaciones de servicios, según el cartel que exhiben en el ingreso a sus respectivas playas.
Lo hacía, como corresponde, desde la vereda, y no tuvo problemas con nadie por hacer este trabajo que le habían encomendado. Por lo menos hasta que le tocó tomar imágenes en la YPF de Sarmiento y Libertador. Allí, muy ofuscado, salió a increparlo uno de los playeros, quien le dijo que no podía tomar fotos, y a modo intimidante anotó en un papel la patente a nuestro colega cuando se iba…
Pero, ¿tan bruta puede ser la gente?…
¿Por qué cada vez que los periodistas realizan su trabajo en la vía pública siempre alguien se enoja?…
¿Hay que explicarles a estos «pavos» que tanto la vereda como la calle es pública, y que donde puedan posarse los ojos desde esos lugares también lo puede hacer el lente de una cámara, sin que ello represente ningún delito?…