A las 20:50 de ayer, Rubén Aravales (49) atendía su kiosco de calle Ejército de los Andes de Rama Caída, donde también funciona un Rapipago, cuando tres malvivientes armados ingresaron al negocio, golpearon al hombre y le robaron dos notebook, dos celulares y unos 4.000 pesos.
El comerciante salió en persecución de los delincuentes, quienes huyeron a pie, al tiempo que su esposa dio aviso a la policía, que se sumó a la persecución.
Ya en calle Arancibia, los cacos se subieron a un Ford Escort color blanco, tomaron Cubillos y se perdieron de vista a la altura de calle La Bodega (imagen ilustrativa).
Lo increíble del caso, es que a apenas 30 metros del comercio se encuentra la Sub Comisaría de Rama Caída.