Una de las grandes ventajas del empleo en blanco o registrado (además de obra social, pago de asignaciones y aportes previsionales), es la posibilidad que el empleado siga cobrando pese a no ir a trabajar cuando está enfermo.
Y en el Estado las ventajas se multiplican, porque los controles son mucho más livianos que en el sector privado. No en vano el gobernador instaló el «Item Aula» en el gremio docente, para que bajara el inasistencialismo de licencias por enfermedad, y razón no le faltaba, pues disminuyeron más del 30%.
En todos los organismos del Estado pasa lo mismo, se abusan de las licencias médicas; porque hay pacientes que exageran síntomas, y médicos dispuestos a firmar certificados «de onda».
No tiene los mismos beneficios un comerciante, un peón de taxi, una peluquera, o un profesional independiente; si no va a trabajar NO COBRA.
UN AÑO COBRANDO Y SIN TRABAJAR
Radio LV 4 tiene un total de 80 empleados, y con el paso del tiempo los distintos directores tuvieron que lidiar con las faltas constantes, por presuntas enfermedades, de locutores, periodistas, técnicos y administrativos.
Un ejemplo ícono es el de Walter Santander, un empleado de la radio que trabaja en el área de prensa desde hace unos 7 años.
Hace poco más de un año NO VA A TRABAJAR, pero cobra todos los meses unos 15 mil pesos de bolsillo. El hombre presentó un sinfín de certificados, donde hace constar que tiene problemas óseos o articulares, debido a un notorio sobrepeso, que le impide subir la escalera del edificio de la emisora.
Una vez que se cumplió el plazo de un año que establece la ley de goce de haberes sin trabajar, el funcionario público tiene dos alternativas: Volver al trabajo, o pedir una pensión por incapacidad.
Radio y Televisión Argentina notificó a Santander de la cuestión, quien obviamente no quiso comenzar los trámites de incapacidad, ya que los ingresos son muy distintos, por lo que se presentó a trabajar a su turno vespertino, pero exigiendo cumplir su horario en la mesa de entrada de la radio, que se ubica en la planta baja.
Pero los directivos le dijeron que eso no era posible, pues dicho local no posee baño ni las condiciones necesarias para adaptarle una oficina acorde a sus funciones, cosa que Santander no desconoce. Es más, se hizo un estudio técnico al respecto, y se confirmó la imposibilidad.
Entonces el hombre, que dice especializarse en temas agropecuarios, pidió ser «corresponsal» desde su casa, cosa que no tiene precedentes.
Claro está que dicha licencia de un año sin ir a trabajar, y cobrando la totalidad del sueldo, generó todo tipo de suspicacias en los demás empleados de la radio.
«Dice que no puede subir las escaleras, pero el otro día se apareció en la fiesta de la Ganadería yendo y viniendo, y comiendo asado, no parecía enfermo», soltó uno de sus compañeros de prensa.
En fin, muchos creen que Santander (que fuera nombrado por Omar Abraham cuando fue director), abusó de la licencia por enfermedad.
Es más, días atrás habría increpado a Néstor Reyes porque no aceptó su insólita propuesta.
Ahora RTA deberá decidir la suerte del funcionario, que seguramente será sostenerle la licencia por un año más, pero sin goce de haberes (como establece la ley), o indicarle que tramite su jubilación por discapacidad.