Tras una intensa mañana de trabajo, un fletero de 39 años decidió ir a almorzar a su casa de Pasaje Bufano al 100.
Aún no había podido entregar a un cliente de la empresa Ribeiro (para la cual trabaja) una cocina marca Escorial, modelo Master, que dejó en la caja cerrada de su camioneta Ford F-100.
No había pasado una hora cuando salió nuevamente a la calle y se encontró con que la cocina ya no estaba en el interior del rodado.
No le quedó otra cosa que hacer al trabajador que la denuncia en la Comisaría 8va.