Lo detuvieron por robo, rompió el calabozo a patadas, lo soltaron y volvió a robar

 

 

Diego Martín Cabrera Salas (37) se llama este delincuente peligrosisímo, al extremo que rompió a patadas uno de los calabozos de la Comisaría 32.
El malviviente, que tiene domicilio en calle Edison al 2300 de nuestra Ciudad, había sido detenido minutos antes, tras robarle a una mujer.
Una vez instalado en el calabozo Nº2, comenzó a patear la puerta de chapa del mismo, al tiempo que le gritaba a los policías que eran «ropa prestada», que los iba a matar, y que entra y sale cuando quiere.

La potencia de sus patadas hizo que se descuadrara la puerta del reducto, por lo cual -además del robo y agresión- se le labraron actuaciones por daño (imagen ilustrativa).

SALIO Y VOLVIO A ROBAR
Pese a que el hombre es un desquiciado, cosa que dejó bien en claro con su acción en la Comisaría, y que es un peligro para él y el resto de la sociedad, el magistrado en turno decidió su liberación en horas de la siesta.
Y no tardó demasiado en cometer un nuevo ilícito: Primero le robó la bicicleta a un adolescente de 16 años, a quien amenazó con un cuchillo, y alrededor de las 16:00 fue sorprendido por un vecino queriendo entrar a un domicilio de calle Bielli al 800. Hasta el lugar llegó un móvil, que sorprendió a Cabrera saltando una medianera. Al ser descubierto, el hombre se dio a la fuga, siendo interceptado en calle Mosconi y Ohiggins.
Desconocemos cual fue la decisión del juez en turno, pero no nos sorprendería si volvió a liberarlo en lugar de mandarlo a Mitre y Pampa.

 

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