La señora Bibiana Deolinda Toledo fue condenada esta semana por el Juzgado Federal de Mendoza, en una causa que se le seguía por «desobediencia judicial».
Esta mujer, que es locutora y ejerce la docencia en distintas escuelas de nuestro departamento, SE HIZO CONOCIDA GRACIAS A UN SINFIN DE INJURIAS que hizo públicas contra empresarios, funcionarios, periodistas y hasta otros docentes, primero a través de su cuenta personal de Facebook, y luego desde una página web.
Las manifestaciones de Toledo, muchas veces disfrazadas de notas periodísticas, ameritaron que al día de hoy tenga VARIAS CAUSAS PENALES PENDIENTES por violación a los artículos 109 y 110 del Código Penal.
Es más, ayer debió concurrir a una nueva audiencia en el Juzgado Correccional por una demanda que le iniciara el colega Carlos Simón, de diario Los Andes, pero faltó a la cita. Esta mañana también debía asistir por otra causa en el mismo juzgado, pero pegó el faltazo.
Vale resaltar que dos años atrás se le inició un sumario en la Dirección General de Escuelas, por burlarse del apellido de un alumno que asistía a uno de los establecimientos donde daba clases.
CONDENA
Si bien Toledo zafó de la prisión efectiva, deberá realizar tareas comunitarias durante el período de un año por dos horas semanales en el Instituto Alfredo Bufano; además, deberá donar todos los meses un total de 15 litros de leche larga vida al hogar «Carita Feliz» de El Molino.
La sentencia lleva la firma del juz subrogante de Mendoza, Marcelo Fabian Garnica, y representa un importante antecedente contra la docente, que en caso de obtener una nueva condena podría ser expulsada de la DGE.
ANTECEDENTES DE INJURIAS
Las mentiras escritas por la locutora en sus medios digitales derivaron en muchas demandas, entre ellas la del concejal Pedro Serra y el ex director de Cultura Guillermo Romano, a quienes acusó de distintos delitos, pero que en la audiencia de conciliación SE RETRACTO, reconociendo así sus falaces adjetivaciones.