Juan Gerlero es un empleado municipal que, se supone, «jugó» para los Félix en la última interna del PJ.
Lo que desconocía Gerlero es que su teléfono estaba «pinchado» por orden judicial, en el marco de la investigación por el robo de 100 mil dólares y diez mil pesos hace un par de meses en una vivienda de Av. Moreno, pues se sospecha que su hijo estuvo implicado en la causa.
Extrañamente, los llamados que recibió y formuló Gerlero de su celular llegaron transcriptos a la redacción del diario digital mdzol.com, de Mendoza, que los dio a conocer en su página.
En las mismas, Gerlero dice que los fiscales de Cazaban cobraron 300 pesos, y que para comprarlos a estos había que ofrecerles mil pesos. Además, dijo que en una mesa metió cien votos.
Finalmente, terminó «mangueándole» plata a otro puntero de los Félix, por el supuesto trabajo que realizó. La respuesta recibida fue: «Venite para la sede».
Si bien las palabras de este hombre, en el marco de esas comunicaciones, no demuestran absolutamente nada, se generó todo un escándalo alrededor. Lo cierto es que en ninguna mesa del departamento «Integración Azul» ganó por más de cien votos, y que en todas el resultado fue casi igual, de entre un 60 a un 80%
Tres cosas acerca de Gerlero:
1- Tiene una grave adicción al alcohol
2- Fue uno de los que, la noche del 7 de noviembre de 2006, llevó a las prostitutas al Polideportivo Nº3 de El Cerrito, situación que le costara la renuncia a 5 concejales, y la expulsión a otro.
3- Su hijo de 33 años tiene más de 25 causas en la justicia, la mayoría de ellas por robo
Por otra parte, se desconoce quien hizo llegar las desgrabaciones a MDZOL, ya que se encuentran en secreto de sumario en el marco de otra causa. En este aspecto, se sospecha de la influencia que el vicegobernador Carlos Ciurca tiene con la policía, y que -casualmente- pertenece a la Corriente Peronista, línea donde se presentó Cazabán como candidato.
Hay que decir que Cazaban nunca habló de fraude tras la elección, y concentró su satisfacción por los 5.500 votos que consiguió, y que le permitieron poner en el tercer lugar de la lista a su candidata Fabiana Esperanza.
El problema que tiene el ex ministro de seguridad ahora es que no a todos los fiscales se les pagó lo prometido, y que aún aguardan su paga, pues le dieron 100 pesos la noche anterior a la elección, y la promesa de los otros $200 al día siguiente.
En tanto, la línea de Félix les «pagó» a sus fiscales con un sandwich de milanesa, y con facturas, que les llevaban a las propias mesas.
Nada fuera de lo común… dentro de lo que es una interna justicialista.