Por calle Ceferino Namuncurá, detrás del Cementerio Central, un hombre que viajaba en su camioneta junto a sus hijos, observó como un sujeto bajaba basura de un Peugeot 504 y la tiraba al costado de la arteria.
Educadamente, nuestro amigo le hizo notar al infractor su falta, pero éste -lejos de reconocer su error y recoger los residuos para llevárselos nuevamente- agredió verbalmente a nuestra fuente.
Pero la cosa no quedó ahí, pues cuando la discusión subió de tono, el «mugriento» tomó una piedra y se acercó a la camioneta en forma intimidante, y se cree que no era para jugar a la payana.
Un dato de color es que el dueño del 504 llevaba puesta una remera con la hoz y el martillo.