El municipio puso en marcha un ambicioso programa para plantar y renovar árboles en barrios, distritos, paseos, bulevares, plazas y parques de San Rafael. En esta primera etapa se colocarán 6.000 forestales en Ciudad y en distritos.
El lanzamiento del plan se hizo en Monte Comán, con niños del nivel inicial y primario como protagonistas. Con sonrisas imborrables, los alumnos -desde jardín hasta 7° grado- tomaron palas, cavaron pozos y plantaron su árbol en el bulevar de la avenida Mendoza.
Según el relato profético, convertido en dicho popular, quien plante un árbol o coloque una semilla, será recompensado cada vez que una persona coma el fruto de ese árbol o repose bajo su sombra.
“Fue una experiencia única para los chicos, se divirtieron y contribuyeron al cuidado del medio ambiente”, coincidieron en señalar docentes y padres presentes en la siembra de los primeros 80 ejemplares.
Una actividad similar se concretó en el barrio San Rafael (allí estuvieron los concejales Paulo Campi y Pamela Torres), y en los próximos días se plantarán nuevos árboles en el barrio Echevarrieta de Cuadro Benegas.
El director del área de Espacios Verdes del municipio, Juan Gasman, destacó que “el intendente Emir Félix nos encomendó plantar – en una primera etapa – 6.000 nuevos árboles en distintos puntos del departamento”.
Las especies elegidas son fresnos americanos, moras híbridas, plátanos y linos. Así se logrará renovar el parque forestal que cumplió su ciclo, sumando ejemplares donde haga falta.
El plan de forestación, ideado por Emir Félix, se suma al programa de separación y reciclado de plásticos, cartones y papeles, que se realiza en el barrio Unimev y alrededores, en el barrio Musso y Salto de Las Rosas. Esta es una prueba piloto que va sumando cada vez más cuadras y que llegará – en un tiempo – a toda la Ciudad.
NUEVO EQUIPAMIENTO EN ESPACIOS VERDES
A la inversión en nuevos forestales, muy pedidos por todos los sanrafaelinos, se le suma la adquisición de una máquina especial para trabajar en los “tocones” de los árboles que cumplieron su vida útil.
Es una máquina especial que agujerea la base del árbol erradicado, colocando allí el nuevo forestal sin necesidad de extraer el tocón. Antes, el trabajo se hacía con retroexcavadoras, y -en zonas con cañerías de gas o agua- había que hacerlo manualmente, con picos, palas y hachas.