Las primeras luces del alba de hoy mostraron al vidrio de la fuente ubicada en la primera cuadra del Paseo Pellegrini, totalmente destruido.
En horas de la madrugada, vándalos le pegaron al cristal, que no llegó a caerse, aunque quedó totalmente astillado e inutilizable.
Era sabido que esto iba a ocurrir algún día, aunque -quizás- con las cámaras de seguridad no hubiera pasado.