Karina Toledo es la hija de Roxana Toledo, la mujer de 38 años que fue acribillada en un semáforo de Av. Alberdi, cuando trasladaba la recaudación de la sucursal de la panadería Belén de Salto de las Rosas, en abril de 2015.
Karina, ahora de 24 años, en un acto de enorme valentía decidió cambiarse su apellido paterno por el materno, porque mientras tenía entre 13 y 15 años fue abusada sexualmente en forma sistemática por su papá.
Antes de la muerte de su madre decidió denunciar a Edgardo Porcel, y por fin hoy tuvo lugar la sentencia, que condenó a su padre a la pena de 15 años de prisión por abuso simple agravado por el vínculo, gravamente ultrajante y con acceso carnal.
Los jueces Ariel Hernández, Rodolfo Luque y Néstor Murcia estuvieron a cargo del juicio, donde el fiscal Mauricio Romano pidió 19 años, y el abogado defensor del violador, Alejandro Cazabán, la absolución de su cliente.