Se trata de Roberto Membrives, famoso por sus pinturas que hacía sobre azulejos utilizando sus dedos.
Membrives, de 66 años, siempre fue -además- una atracción turística en sí misma, ya que los visitantes lo rodeaban en las ferias o en las veredas céntricas para ver como ejercía su arte.
Desde hacía unos meses estaba pasando un momento muy duro de salud, producto de cáncer de pulmón.
Sus restos son velados en cochería Guillen, y posteriormente trasladados para su cremación.