A través de un proyecto de Ley, el diputado del Frente Renovador, Guillermo Pereyra, busca que las mozas y mozos de los restaurantes, bares y establecimientos afines tengan derecho a que la propina por parte de los consumidores, que es uso y costumbre, sea incluida en una leyenda en la factura final o comanda, indicando que es sugerida y como monto mínimo.
La propina sugerida, conforme a esta Ley, será de un diez por ciento (10%) con respecto al monto total de la consumición correspondiente, y el monto obtenido por el trabajador, proveniente de las propinas por él recibidas. No podrá ser descontado de su remuneración ni de los adicionales que perciba el mismo de conformidad al convenio colectivo.
El legislador mencionó que “actualmente las propinas prácticamente son un presupuesto del precio final que se paga, y existe una conciencia social que las mismas son del 10 por ciento como mínimo”, y que en “otros países del mundo las mismas son incluidas por ley en la cuenta, a veces dentro de la misma, y otras en apartados especiales”.
“En Argentina no existe ninguna ley de propina sugerida u obligatoria, pero esta suerte de ley no escrita es de indudable conocimiento entre los habitantes, y a su vez esta se convierte en una parte importante de los ingresos de los trabajadores gastronómicos”, agregó.
El proyecto contempla además que los ingresos percibidos como consecuencia de esta ley se repartan en partes iguales , entre los mozos y todo el personal de cocina.
Por su parte , el consumidor podrá solicitar al encargado del establecimiento que se elimine la propina de la factura cuando el servicio fue prestado de modo insatisfactorio o deficiente. La queja se asentará en el libro de quejas del establecimiento.
El diputado mendocino indicó que “si bien el artículo 113 de la ley de Contratos de Trabajo tiene incorporada la propina siempre que sea habitual y permitida esta ley sería de ayuda para el consumidor y para el empleado ya que informaría de forma fehaciente lo que por costumbre es la propina mínima que se paga y facilitaría al consumidor su cálculo y ayudaría a incentivar al trabajador que se esmeraría en su atención para la propina.”