La empleada de la proveeduría del predio de la Virgen de Valle Grande, denunció que un grupo de personas cometieron destrozos en el santuario.
Entre otras cosas, los vándalos rompieron la estatua de la Virgen, incrustada en el cerro, como así también una imagen de yeso de San Expedito.
No contentos con ello, los malvivientes profanaron seis cofres de plástico que se encontraban incrustados también en el cerro, para luego desparramar las cenizas de su interior, pertenecientes a personas fallecidas.