Luego que se efectuara la entrega de las casas del barrio El Alamo a parte de los vecinos del asentamiento de Cuadro Nacional, la Municipalidad cumplió con tirar con topadoras las precarias viviendas que ocupaban, para que más nadie las pueda utilizar.
Pero el «lado b» de esta cuestión es que, al arrasar con las construcciones, quedaron los pozos sépticos destapados, y los caños de agua potable brotando sobre el derruido predio. Esto provocó que se enlagunara parte del lugar y la calle, además de lo que significa la pérdida de miles de litros por día del vital líquido.
Primeramente se habló que ese sitio iba a ser cercado, pero hasta el momento ese compromiso no se materializó.