A un mes de la PASO, aún hay cientos de carteles y pegatinas que esperan ser arrancados y/o borradas.
Integrantes de la agrupación ultrakirchnerista La Campora limpiaron parcialmente la semana pasada un sector de la Ciudad, no solo de la mugre propia, sino ajena. Pero no hicieron lo mismo otras líneas políticas.
Pegaron afiches en cualquier parte, desde postes de luz, puentes de canales y señales viales, y hasta gente de Chicho Russo enchastró con panfletos los hierros de los dos puentes de la Isla del río Diamante.
Pero como un ejemplo claro de la desobediencia a las normas en vigencia, les mostramos esta pared de Emilio Civit, al costado del ingreso al FUESMEN, frente a tribunales.
Pese al cartel que establece la prohibición, un sector del kirchnerismo y la izquierda hicieron semejante «cochinada».
A actitudes como estas en el barrio se le decían: «me cago en los demás y sus normas de convivencia».