La primera cuadra de calle Chile siempre se caracterizó por ser un descontrol. Antes era por los vehículos que se estacionaban en doble fila. Gente con muy poco criterio que se bajaba de su auto para hacer una fotocopia en El Siglo o comprar una prenda de vestir en un local cualquiera, excusándose con la puesta de las balizas.
Tras la creación del Paseo Chile la historia no cambió: estacionan igual en el carril de la derecha y se bajan de sus coches como si nada; total… si la Policía Vial nunca se aparece por ahí.
Este cuadro se repite casi durante todo el día, provocando la congestión de rigor.
¿Tanto cuesta poner un efectivo disimulado entre los comercios con un talonario de actas en mano?