Lo que contaremos a continuación es apenas un claro ejemplo que en materia penal este país es literalmente «una joda».
Días atrás un adolescente de 16 años pidió permiso a sus padres para visitar a una amiga, en calle San Lorenzo. Fue una de las primeras veces que el joven salió solo, sin la compañía de sus padres.
Pero mientras caminaba por Av. Libertador, fue interceptado por dos hombres y una mujer, a la altura de calle Perú, quienes lo asaltaron.
Además de sacarle el dinero que llevaba encima, le quitaron sus zapatillas, que tenían apenas 15 días de compradas.
El chico quedó descalzo en la vereda, avisó a sus padres con el celular que no le llegaron a robar, y estos a la policía.
Primeramente fueron los papás de la víctima quienes buscaron y localizaron a los ladrones, mientras circulaban por la plazoleta Islas Malvinas. Uno de ellos ya se había puesto las zapatillas de su hijo, y al reclamarles desde sus autos por el robo, los delincuentes tomaron piedras y se las arrojaron a ellos y a los vehículos en que se movilizaban.
Minutos después llegó un móvil policial, que pudo detener a sólo uno de los ladrones, pues los otros dos lograron darse a la fuga. Precisamente era el que llevaba las zapatillas.
En este sentido, vale decir que la acción policial fue rápida y por demás efectiva.
FLAGRANCIA
En la jerga legal, atrapar in situ al delincuente se llama «flagrancia», es decir, que se ubicó al ladrón instantes después del robo, reconocido por la víctima, y con el botín en su poder. Literalmente es un caso juzgado para la Justicia. No hay mucha más prueba que se necesite para procesar y posteriormente condenar al malviviente.
Sin embargo, tras pasar un par de horas en la Comisaría 32, el sujeto recuperó la libertad.
COMO JUSTICIA NO HAY, AL MENOS LO ESCRACHAMOS
En cualquier país serio el malviviente sería remitido a la penitenciaría, pero aquí no; volvió a su casa en un santiamén, con el riesgo de que vuelva a hacer lo mismo una y otra vez.
Como los que hacemos HOY SAN RAFAEL no podemos suministrar justicia, al menos contribuiremos en mostrar e identificar a este asaltante, para advertir a los sanrafaelinos que si lo ven en la calle se crucen de vereda, para evitar ser asaltados.
Se llama Jonathan Exequiel Pavez Benavidez, tiene 18 años y vive en la calle Pte. Alvear al 3800 de barrio El Sosneado.