Escenas desesperantes se vivieron en calle Denevrezé y Canadá, cuando un Pitbull salió de una casa, ganó la calle y se prendió al primer perro que vio caminado por la vereda* (por fortuna no fue un niño).
Casi diez minutos estuvo mordiendo al animal sin soltarlo del cogote, pese al intento de separarlo de otros vecinos.
De más está decir que el can de raza pequeña murió, y que luego la dueña del pitbull lo entró de nuevo a su vivienda.