Al sábado a las 13:00 se cayó parte del histórico ombú de calle Beltran 780, que era un monumento histórico natural, ya que hasta turistas extranjeros lo visitaban y se sacaban fotos junto a él.
El ejemplar, que tiene más de 110 años, «avisó» antes de precipitarse sobre la vereda y la calle, pero tanto las autoridades municipales como de Recursos Naturales hicieron oídos sordos a la propietaria de la vivienda que hace un mes hizo la denuncia, y que la reiteró en los últimos días, previendo que estaba por ocurrir lo inevitable.
A fines de febrero, la vecina Nilda Osorio notó que el árbol segregaba un extraño líquido, por lo cual se trasladó a la delegación municipal del barrio, donde dieron aviso al área de Espacios Verdes.
Hasta el lugar llegó personal de la repartición, que al mismo tiempo advirtió a la gente de Recursos Naturales, argumentando que había que tomar muestras del líquido y hacer un estudio del mismo.
Pasaron los días pero ningún funcionario acudió a examinar el ombú, que se partió al medio el sábado.
Como dijimos, el árbol avisó: Primeramente se había hecho un hueco, una rama se inclinó a escasos 2 metros y medio de la calle, y en las noches crujía, según el testimonio de los vecinos.
Vale decir que el ejemplar no se secó, y está verde en la otra mitad que permaneció en pie. Igualmente el martes una cuadrilla de Defensa Civil tendrá que seguir trabajando para cortar una enorme rama que parece sostenida por el cableado aéreo, antes que ocurra otra desgracia.
Se necesitaron dos camiones completos de la municipalidad para trasladar los restos del ombú, y aún hay una buena cantidad de ramas y troncos que deben llevarse.
«El árbol lo plantó mi abuelo con mi tío y mi papá, cuando eran adolescentes. Yo le calculo que debe tener unos 110 años», relató Nélida Osorio a HOY SAN RAFAEL.
AFECTO A DOS COCHES
Al momento de la caída, estaba estacionado un Renault 12 en el puente, el que quedó totalmente destruido. Se desconoce si también el puente fue destrozado, pues aún permanecen varias toneladas de romas sobre el mismo.
«El auto es de mi hijo, y ya no sirve para nada… Espero que lo ayuden, porque ese es su medio de trabajo, y acaba de tener trillizos», nos reveló la señora Osorio.
Por milagro se salvó una mujer que recién había pasado con el coche por el lugar, pero no tuvo la misma suerte otra automovilista a bordo de un coche prácticamente nuevo, el que resultó golpeado atrás con una rama. La conductora y su acompañante resultaron ilesas, aunque presas de una crisis de nervios.