A las 7 de la mañana de hoy una pareja salió de una fiesta familiar en Calle Larga; lo hizo a bordo de una Citroneta, junto al hijo de ambos. Pero al llegar a calle Uno, un desperfecto mecánico les impidió seguir viaje.
Solidariamente otra pareja -que salía del mismo cumpleaños- detuvo su Ford Taunus para auxiliarlos. Y mientras intentaban reparar el vehículo, dos sujetos armados con cuchillos salieron de la oscuridad y los amenazaron para que entreguen sus pertenencias. Incluso uno de ellos tomó un bidón con natfa y les arrojó el combustible encima, a modo intimidatorio.
Tras encerrar a los 5 en la Citroneta, los maleantes huyeron en el Ford Taunus.
Pero el viaje fue cortito, ya que avanzaron 100 metros, se bajaron y tiraron sobre el Taunus el resto de la nafta que llevaban, para acto seguido prenderlo fuego.
Inmediatamente después se subieron a una moto y avanzaron otros 150 metros hasta una humilde vivienda, donde ingresaron rompiendo la puerta.
Allí dormía un hombre de 60 años, al que golpearon y maniataron con una sábana rota.
Luego de tomar algunos objetos de valor, dejaron la moto Corven abandonada (que sería robada) y se subieron a la Motomel de la víctima, con la cual se dieron a la fuga.
Ya las primeras víctimas habían avisado a la policía, por lo cual los tripulantes del móvil 2122 salieron en búsqueda de los cacos, a quienes lograron interceptar a pocos metros del lugar.
Lamentablemente sólo pudieron detener a uno de los malvivientes, aunque se logró el secuestro de la moto y la mochila donde habían guardado los bienes mal habidos.
La causa quedó caratulada como «averiguación robo agravado, privación ilegítima de la libertad agravada, daño y robo en concurso real», y vale decir que los imputados son dos hermanos con sendos antecedentes, y vecinos de la zona, apodados los turcos, y de apellido Asat.
Se estima que por la violencia de los hechos delictivos, los maleantes serán derivados a la cárcel local y no podrían recuperar la libertad hasta antes del juicio.