Si hay un lugar donde no hay vacíos legales es en el Código Alimentario Argentino, y en las ordenanzas municipales que deben vigilar su cumplimiento.
Sin embargo, desde hace un tiempo San Rafael es tierra de nadie en materia bromatológica, ya que se comercializan alimentos en la vía pública, de dudosa procedencia y confección, además de no ser trasladados y exhibidos reglamentariamente, incluso con la correspondiente cadena de frío.
Conocidas son las empanadas que un grupo de personas venden en la vía pública, más concretamente frente a los semáforos, sin conocer el potencial comprador la calidad del producto ni la empresa responsable.
Aquí vemos como una mujer publica en un sitio de clasificados digitales, la mala experiencia que le tocó vivir tras adquirir dichas empanadas a 100 pesos la docena, en la esquina de Alberdi y Libertador.
Además de denunciar su mal estado, la joven sostiene que era pura cebolla el relleno.