Los concejales Gisela Caballero y Francisco Mondotte (UCR-Frente Cambia Mendoza), presentaron una iniciativa por la que le piden al Ejecutivo Municipal la reactivación permanente del Vivero Municipal, abandonado desde hace varios años.
“El objetivo es que genere flora nativa para arbolado público urbano, rural como rutas y fincas, hierbas y arbustos para jardines, plazas, entre otros, debiendo tener en cuenta el no cultivo de plantas prohibidas por la ANMAT – Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica”, señalaron los concejales en su proyecto.
La reactivación del Vivero Municipal pretende brindar un espacio a todos los miembros de la comunidad donde se podrán desarrollar proyectos de diferente índole como llevar adelante ensayos, experiencias y prácticas.
Para ejecutar estas acciones, “proponemos la implementación de distintas áreas como herramientas educativas, comenzando con un invernáculo para crear y mantener las condiciones ambientales apropiadas. Otras áreas son de climatización para proteger a los plantines que así lo requieran; un Jardín Botánico para la exhibición de plantas vivas con especies autóctonas de Argentina y Mendoza, con visitas guiadas y funciones de conservación, investigación, divulgación y enseñanza; un área de acopio de plantas, un banco de semillas y un invernadero”, señaló Caballero.
“En este plan incluimos la ejecución de actividades abiertas a la comunidad, como dictado de cursos, talleres, charlas, para debatir y analizar críticamente distintas problemáticas; y se deberán disponer de árboles para la forestación, de espacios para desarrollar proyectos de investigación y dictado de cursos a trabajadores municipales”, explicó Mondotte.
Para estas acciones, “autorizamos al Municipio sanrafaelino a celebrar convenios con entidades educativas o espacios privados para un mejor desarrollo», reza la pieza legal, y agrega: «Es fundamental para su reactivación y llevar adelante este programa hacerlo en etapas. En primer lugar el reacondicionamiento del predio, construcción del invernadero y capacitación de los trabajadores involucrados; continúa con las etapas de obtención de semillas, de trasplante definitivo de los árboles; y la última de visitas guiadas, talleres y cursos educativos».
Finalmente, manifestaron que el arbolado urbano es una política de Estado. “Su desarrollo, protección y proyección debe ser un eje central y transversal de toda política pública ambiental. Pero es fundamental incentivarlo por medio de la promoción de los espacios verdes, su conservación y cuidado.”