El 14 de julio del 2011 se produjo una situación muy incómoda en la sucursal de Av. Balloffet y Sarmiento del supermercado Atomo.
Marcelo Adrián Morales, cajero del comercio, tuvo un faltante de 100 pesos, por lo que el encargado le pidió que se dirigiera al baño con el fin de revisarlo por el personal de seguridad.
El joven tuvo que acceder al pedido, pero al día siguiente se consideró autodespedido, en virtud a tal acto, que consideró de avasallamiento a su integridad física y moral.
En dialogo con HOY SAN RAFAEL, uno de los abogados defensores de Morales, Dr. Raúl Oyola, dijo que la empresa se excedió en los controles y, lo más importante, la Justicia dio por acreditado el hecho, gracias al testimonio del personal de limpieza. Además, otra empleada de la firma ya había denunciado lo mismo en la sucursal de Av. Rivadavia, sólo que en ese caso le reclamaban por mercadería que presuntamente había escondido entre sus ropas.
El juicio siguió adelante, y esta semana la Primera Cámara del Trabajo le dio la razón al empleado, obligando a la empresa a pagarle la indemnización por el autodespido.