Fénix, como lo bautizaron los alumnos de la escuela Nuestra Señora del Carmen de Cuyo de Ñacuñan, permaneció por más de una década en cautiverio dentro del zoológico de San Rafael, pero hoy volvió a su entorno natural en la Reserva de Biósfera Ñacuñan.
Se trata de un águila coronada adulta, que tras un complejo proceso de rehabilitación, llevado a cabo en Mendoza por el departamento de Fauna y la Fundación Cullunche, en el Ecoparque de Buenos Aires y en el Centro de Conservación de Vida Silvestre de La Florida en San Luis, fue liberada.
El trabajo de re-inserción demandó más de dos semanas de actividades con las distintas comunidades, de la zona Este y Sur de la provincia, con el fin de concientizar a la población con respecto a la especie, a su valor para el ecosistema y su peligro de extinción.
Actualmente se estima que existen alrededor de mil especímenes en estado silvestre.
El espécimen fue liberado con un micro transmisor, que facilitará los trabajos de monitoreo por parte de los técnicos y de esa manera garantizar que la re inserción dentro de la reserva brindará a Fénix un ambiente natural en donde podrá volar en libertad por el resto de su vida.
