Cuando uno tiene la vocación de servicio y la valentía para elegir ser Bombero Voluntario es bien sabido que el camino a recorrer no es fácil: Cientos de horas de capacitación y entrenamiento físico abocados para un solo fin, ayudar al prójimo.
Uno tiene que afrontar las discusiones con la pareja o familias cuando hay que marcharse de urgencia para un incidente; se dejan atrás amigos, feriados, días festivos, aniversarios y hasta cumpleaños. Todo sin cobrar nada a cambio, sólo la satisfacción de ayudar al prójimo, y combatir en lugares hasta donde al Diablo le queman los pies.
Desde accidentes de tránsito, rescates en alturas, pasando por rescates de animales y personas; protegiendo bienes y combatiendo contra las llamas de cualquier vehículo, uno pone la vida en riesgo segundo a segundo cuando ingresa a los mas de 500°C en un incendio de viviendas, si consideramos solo el momento en el que un Bombero descansa solo para retomar fuerzas y continuar. Continuar con su vida, la personal, ya que cualquier Voluntario debe de poder subsistir por sus medios, dar cobijo y seguridad a los suyos.
Son por las noches de guardia cuando uno nunca duerme, esperando el llamado de auxilio de una víctima o el pedido desgarrador de alguien a quien se le incendian sus sueños, sus esfuerzos por edificar una vivienda o la de tener su tierra verdosa; ahí es generalmente cuando las personas cometen un error que puede costarles su vida o las de otros, cuando intentan limpiar sus campos realizando incendios y aclaro incendios porque un fuego es una combustión controlada por el hombre, lo más parecido a un fósforo o un mechero. Hablamos de incendios cuando no se tiene control sobre la combustión, situación que muchos creen tener controlada.
Hoy nuevamente ocurrió lo que viene acaeciendo en San Rafael, la quema descontrolada de campos a pesar de las campañas, los avisos y las multas, hay personas que no quieren entender o no les importa el daño que ocasionan hacia terceros.
El Cuartel de Bomberos Voluntarios de Salto de Las Rosas está en alerta permanente, con guardias activas y pasivas los 365 días del año, con guardias reforzadas en esta época, dado que nos encontramos en la temporada alta de incendios. Sequias, falta de limpieza, sumados a intencionalidades o negligencias hacen que los Bomberos pasen por una etapa en el año en la que literalmente entregan sus cuerpos y almas a la Comunidad.
El relato comienza cerca de la 1:00 de la madrugada, cuando en el Cuartel se recibe el llamado angustioso de un operador del CEO San Rafael pidiendo apoyo para los Bomberos de Policía que se encontraban intentando extinguir un incendio de magnitudes en la Ruta 146 en las cercanías de la estación de LV4.
Allí acude la dotación compuesta por el Comandante Pablo Franciulli, al mando, y los Bomberos Saúl Sepúlveda y Jonathan Olivares. Ellos despertaron a sus familias en el comienzo de sus sueños para despedirse sin saber a qué se enfrentarían.
Al llegar dan apoyo a los Bomberos de Policía, que aunque ellos cobran un sueldo se encuentran paradójicamente con equipos de protección muy inferiores a los del Voluntariado, situación que ocurre en toda la Nación; desidia gubernamental, desinterés propio de sus superiores… quizás la suma de las dos partes. Ellos también arriesgan sus vidas y combaten codo a codo con los Voluntarios, hasta que a las 3:00AM pareciese que se les acaban las fuerzas y deciden abandonar las tareas dejando solo a los tres Voluntarios combatiendo solos en el Infierno, lejos de sus casas y, por sobre, todo fuera de su Jurisdicción, situación que se viene repitiendo día a día, desprotegiendo a la Comunidad que se deben. No obstante el Voluntario no entiende de Jurisdicciones, ni distancias; el objetivo es uno solo, entrar cuando todos se van y completar el trabajo, cueste lo que cueste.
Una pena que quienes cobran por ello, no lo entiendan o muy pocos tengan la vocación tatuada en su Corazón.
Sin apoyo hídrico siguen combatiendo las llamas hasta las 7:00 AM, solo reciben la ayuda de personal de Recursos Naturales, esos desconocidos que siempre están al igual que los Voluntarios cuando se los necesita, personas que sin equipamiento adecuado intentan suplir el trabajo de Bomberos Oficiales.
Y se recalca la falta de apoyo hídrico ante estas emergencias; claro que los Municipales encargados de los camiones hidrantes están dormidos, al igual que todos los Funcionarios y el Intendente. Ellos entran a trabajar con suerte recién a las 9:30 y se despiden a las 13:00, cobrando jugosos sueldos, pensando solo en pavimentar calles, nombrar días festivos o apoyar eventos irrisorios con subsidios descomunales para solo unos pocos… pero claro, ellos saben que un voluntario tiene una vocación y hará lo que sea para solucionar cualquier tipo de problemas y no reclamará nada a cambio. ¡Que equivocados que están!; en que utopía viven cada vez que abren sus ojos al alba y se vanaglorian de sus plazas y de sus gastos en campañas políticas superando los millones de pesos, en lugar de invertir en las personas que hacen grande a una sociedad… y encajonan proyectos de más de 6 meses donde se les reclama, no apoyo económico para los Voluntarios, se les reclama un Camión Forestal y cuotas de combustible para poder acudir a los incidentes y no tener que desembolsar de sus bolsillos día a día para cubrir las necesidades de un Cuartel.
Señores Funcionarios, Sr. Intendente: Basta de desidia, basta de desinterés, basta de querer tapar el sol con un dedo porque ni la mano pueden sacar de sus bolsillos… ¡Basta!
Hoy se incendiaron más de 70 Hectáreas de campo fértil. ¿Qué esperan para dar apoyo a los Bomberos Voluntarios?. Entiendan que dar apoyo a un Voluntario es dar apoyo a una Comunidad, a cientos de habitantes que dependen de pocas personas; a niños y Familias enteras que esperan desesperados ver las sirenas rojas en sus caminos a toda marcha, porque eso significa que un grupo de Ángeles sin alas los ira a cobijar.
Apoyen a los cuarteles de Bomberos Voluntarios, porque ustedes funcionarios, desde el Municipio y detrás de sus escritorios, en lugar de Ángeles se están convirtiendo en Gárgolas, con colmillos y cara de cemento intentando ocultar día a día la tarea de los Bomberos.
Culminando, quiero recordarle a los Superiores de Bomberos de Policía, que por honor y lealtad hoy se miren al espejo y mediten si son merecedores de sus estrellas o tiras… Cuando uno va en apoyo de ustedes no se nos abandona, nadie los obligó a ser Bomberos, fue una elección de ustedes mismos, por lo tanto compórtense como verdaderos Hombres y no huyan, porque esta vez no había ninguna otra urgencia.
La lealtad y los códigos de Bomberos se respetan cobrando un sueldo o siendo un voluntario; no pregonen a sus subordinados lo que cometieron hoy, ellos no se pueden quejar muchas veces porque los callan o tienen miedo de perder sus trabajos.
Den capacitación y enseñen valores a sus cadetes, muéstrenles el camino correcto y no el mas fácil (Luis Ripa – Bombero Voluntario Salto de Las Rosas).
