El predio de media hectárea enclavado en Av. San Martín y Alsina, y que supo ser taller de la ya desaparecida Cooperativa TAC, tendrá un loable destino próximamente.
El mismo fue adquirido a través de un convenio por la Universidad Nacional de Cuyo y la Municipalidad de San Rafael, y se adecuará para la construcción de un Centro Cultural y salones que serán usados por estudiantes de la UNCuyo.
DETALLES DE LA OBRA
Por estos días, un grupo de arquitectos e ingenieros, tanto de la entidad educativa como de la comuna, se abocaron a la realización del proyecto.
Si bien restan detalles, a grandes rasgos podemos adelantar que el lugar contará con una calle pública, que hará las veces de paseo, y que atravesará todo el terreno, desde Av. San Martín hasta Pellegrini.
Al costado sur funcionarían instalaciones de la UNC, y sobre el sector norte habrá salones que serán destinados a ámbitos culturales, entre ellos un café literario.
La Casa de Estudios invertiría 45 millones de pesos para ampliar sus instalaciones, mientras que la comuna una cantidad de dinero similar. Una vez que el proyecto esté finiquitado, se llamará a licitación, por lo cual la piedra fundacional podría colocarse antes de fin de año.
COSTOS
Increíblemente, la propiedad estaba a nombre de Subterráneos de Buenos Aires, y su venta fue posible gracias a gestiones del ex intendente Ernesto Sanz con el gobierno nacional.
Entre ambas instituciones deberán desembolsarse unos 16 millones de pesos, los que incluirán también la cancelación de juicios que aún están pendientes por la quiebra de TAC.
ACTO
La presentación del proyecto la hicieron esta mañana el decano de la UNC, Daniel Pizzi, y el intendente Emir Félix. Estuvo presente también el ex senador Sanz, una pieza vital para destrabar la negociación con autoridades nacionales.
Pizzi habló de la posibilidad de aprovechar el espacio para traer más carreras, y reveló su anhelo que San Rafael se convierta a futuro en una Ciudad Universitaria.
Por su parte, podemos decir que Félix hace muchos años viene gestionando la compra del lugar para la instalación de un Centro Cultural, y de esa forma proyectar definitivamente otro destino a la vieja terminal de ómnibus.