En varias oportunidades hablamos de lo importante que fue para San Rafael, en especial para los habitantes de El Nihuil, la puesta en marcha de la ex Carbometal, ahora Manferro.
Entre otras ventajas, se destacan los casi 100 puestos de trabajo que devolvieron la dignidad a varias familias de la zona, que hasta el año pasado debían vivir sólo de planes sociales y de la pesca.
Pero también debemos ser realistas, y decir que no todo lo que brilla es oro.
La industria, que invirtió casi 5 millones de dólares y que se ubica a metros del lago, ha generado una contaminación visual con el humo que emana casi todo el día que ha hecho desistir a varios de quienes tienen casa en el Club de ir los fines de semana, o de pasar las vacaciones allí; ni hablar de los turistas.
Pero el tema no termina ahí, también hay un olor desagradable que se respira en el ambiente, tipo «metalico», y un ruido permanente, que no cesa ni de noche ni de día.
Sabemos también que la empresa acaba de invertir en tecnología de punta para reducir el nivel de humo, sin embargo los resultados están a la vista de las fotografías tomadas la semana pasada, gentilmente cedidas por un sanrafaelino que tiene casa de fin de semana en el distrito.
Lo peor de todo es que receptamos testimonios de gente que vive en el pueblo, que aduce tener ardor de garganta y cefaleas, desde la reapertura de la fábrica.
No ayuda tampoco al paisaje, el bajo nivel del agua y la suciedad de la misma, pero ese es tema para otro artículo.