Increíblemente no hubo ningún stand de bodegas en el predio, y tampoco la dirección de Turismo de San Rafael o la Cámara ofrecieron degustaciones de vinos del departamento.

El único que lugar donde se podía oler y/o probar un “tintillo” era en el espacio de Gral. Alvear, que convidó vinos de su región.

Tanto tiempo de preparación, y los organizadores no pudieron ni siquiera montar un espacio dedicado a nuestra bebida nacional.
¡Vergonzoso y patético!… Debieran cambiarle el nombre a dicha festividad, y llamarla “Fiesta del Turismo y la Cerveza”, porque esa sí estuvo presente en casi todos los stands.

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