Sabido es que la Municipalidad está asfaltando el barrio Alberdi. Los trabajos duran unos días, y es sabido que ocasionan inconvenientes a los vecinos, pero los frutos son más que positivos, pues luego circularán en sus vehículos sin esquivar pozos, y no tendrán que limpiar la tierra constante de las calles que se meten en sus casas.
Se avisó a los frentistas que no podían sacar o entrar sus automotores, por un par de noches. Sin embargo, existen energúmenos como éste sujeto, que vive en calle Magallanes (entre Pichincha y Dalmau), quien desobedeció la orden, y dejó sobre el reciente pavimento las marcas de los neumáticos de su moderno Chevrolet.
Se avisó a los frentistas que no podían sacar o entrar sus automotores, por un par de noches. Sin embargo, existen energúmenos como éste sujeto, que vive en calle Magallanes (entre Pichincha y Dalmau), quien desobedeció la orden, y dejó sobre el reciente pavimento las marcas de los neumáticos de su moderno Chevrolet.
Enojado, otro vecino del barrio lo fotografió quitando la valla, y ante la situación el hombre (que tendría una distribuidora de materiales de electricidad) lo insultó, y le prometió golpearlo: «Te voy a cagar a cagar a trompadas», dijo literalmente.
En definitiva, todos los otros vecinos dejaron estas noches los autos estacionados sobre Pichincha, excepto éste, que cree tener «coronita».