Un simpático perro callejero dio la nota mañanas atrás cuando decidió dormirse una siesta en plena bajada para discapacitados, frente a Nina Bar, en Olascoaga y San Martín.
Hasta una señora debió bajar con su silla de ruedas por otro sitio, para no molestar al can.
Después de hacer «fiaca» por espacio de media hora, el perrito se levantó y siguió viaje.