Son más de una docena los damnificados que pagaron una seña por la renta de viviendas que, en realidad, no estaban en alquiler.
La estafa era perpetrada por un tal Emir Sama, quien decía ser corredor inmoviliario.
Cuando algunos de los damnificados amenazaron con denunciarlo penalmente, su padre se comprometió a la devolución del dinero (unos 10 mil pesos por personas), pero desde hace dos meses tiene a los estafados a las vueltas.
Advertimos a la población para que no caigan en este tipo de maniobras.