Pudieron ser dos hijas, hermanas o nietas suyas. Ninguna está exenta de la tremenda ola delictual que azota a San Rafael, incluyendo los violadores.
El sábado a las 10 y media de la noche, dos amigas de 20 años que caminaban por calle Santa María de Oro de Cuadro Nacional, fueron sorprendidas por un sujeto de 24 años, quien les mostró un arma de fuego.
Las hizo caminar a un baldío cercano y las obligó a agacharse para que les hagan sexo oral.
Indefensas, y con miedo a ser víctimas de un disparo en la cabeza, las chicas debieron ceder a los bajos instintos de este hombre.
Tras lograr su cometido, y sin robarles nada, el delincuente sexual huyó.
Desesperadas las chicas, corrieron hasta la Comisaría 62 donde dieron aviso a los policías de guardia, que salieron en busca del criminal.
Horas más tarde lo encontraron en un descampado, cerca de la plaza del distrito, presuntamente recogiendo espárragos.
Vale decir que como Marcos Mamaní estaba encapuchado, fue en una revisación posterior cuando se lo reconoció por las marcas de las uñas que las jóvenes dejaron en la entrepierna del violador.
Luego de la detención, se encontró un revólver en la zona, el mismo que habría «descartado» el sujeto, pero que resultó ser de juguete.
Seguramente el juez Gabriel Ravagnani, tras tomarle declaración, lo enviará a la penitenciaría local, donde seguramente no la pasará nada bien, como la mayoría de los psicópatas sexuales.