Esta mañana el muro de adobe de la primera cuadra de calle Colon dejó de ser un riesgo, y fue derrumbado por personal municipal.
La pared que estaba al borde del colapso ya no es problema para los transeúntes. Se tiró abajo también una casona abandonada, que ya había sido incendiada dos veces, y que era un peligro sanitario para los vecinos del lugar.
También se derribó la parte trasera de la panadería Castro, que 10 días atrás sufrió la caída de su techo, por lo que sus propietarios debieron desalojar el edificio.
Solo resta quitar la montaña de escombros para habilitar nuevamente la calle, la cual podría ensancharse si es que la municipalidad logra hacer un arreglo con los dueños del terreno.