El palacio comunal de San Rafael es uno de los tantos edificios públicos y privados construidos antes de la puesta en vigencia de distintas normativas de edificación, entre ellas la de accesibilidad a discapacitados.
Sabido es que no cuenta con un ascensor que lleve al primer y segundo piso, donde funciona el Concejo Deliberante y otras oficinas dependientes del Ejecutivo.
Es por ello que desde hace más de una década se presentaron distintos proyectos para hacer posible la visita de personas en silla de ruedas, sin la necesidad de ver lo que se aprecia en esta foto tomada días atrás.
El 14 de junio de 2002 se aprobó la construcción de una suerte de montacargas, pero nunca se materializó, pese a que en 2004 hubo un decreto del HCD solicitando que se cumpla con dicha ordenanza (número 6978).
Con razón desde el bloque radical se señala a esta administración como la responsable de esta imagen, aunque no debemos dejar de decir que la normativa se sancionó promediando la gestión radical de Ernesto Sanz.
La postergación quizás se deba al alto costo de la estructura donde se ubique el elevador, por eso también se pensó en la posibilidad de instalar una silla-ascensor, que rodee a la escalera principal del municipio.