Cuarenta y ocho horas antes de la última función de «Él en mi cuerpo», la actriz Nazarena Vélez grabó un video y lo subió a su Instagram diciendo, entre otras cosas que el sanrafaelino «es duro», tratándolo de amarrete, y que «le falta arte».
«Tal vez yo esperaba otra cosa a nivel económico. A la gente de San Rafael le cuesta ir al teatro. Son duros, con el arte. ¡Son duros, eh!», dijo expresamente la artista mirando al celular que la filmaba.
Si bien hubo días en que se vendieron apenas un puñado de entradas, y que le habrá dolido a Nazarena salir a escena para una docena de personas, ayer se despidió ante unos 200 espectadores, que aprovecharon el 2 x 1 para ir al Roma.
Los dichos de la artista no pasaron desapercibidos, y generaron una catarata de críticas en las redes sociales donde, básicamente, le decían que ella es de mal gusto, y por eso el sanrafaelino había elegido no verla.
El productor Gabriel García, que es la cuarta temporada en que nos trae obras para el verano, dijo que discutió con la actriz por esto, y que antes de irse pedirá disculpas por dichas declaraciones, porque él en San Rafael siempre se sintió en su casa, y que está muy agradecido a toda la gente.
¿CUÁNTO GASTÓ EL MUNICIPIO PARA TRAER LA OBRA?
A partir de la afirmación de Vélez, se creó el mito que la comuna gastó 4 millones de pesos en traer la obra, cosa que dista años luz de la realidad.
El convenio que firmó Gabriel García Producciones con la Municipalidad de San Rafael es muy concreto:
La comuna se comprometía a pagarle el alojamiento por 60 días a Belén Francese, Nazarena Vélez y Santiago Caamaño, costo que ascendió a los 540 mil pesos.
También a facilitarle minutos de publicidad radial y televisiva en los mismos medios que pauta el municipio para difundir sus actos de gobierno.
En cuanto al alquiler del teatro y el pago de las horas del personal estable, el mismo le fue condonado.
Sin embargo, como no ocurrió otros años, la Municipalidad pasó a tener un porcentaje de ganancia por las entradas. El 70% por cada entrada vendida fue a parar a la producción, en tanto el 30% restante a las arcas del municipio.
En definitiva, con el resultante de las ventas, la comuna logró recuperar el dinero invertido en el hospedaje de los artistas.
Gabriel García se hizo cargo del caché de los actores, y del alojamiento de él, su equipo técnico y asistente, como así también otros gastos.
Lo que no se tiene dimensión real es la publicidad que significó esto para el departamento, ya que durante más de dos meses -en diversos medios de Buenos Aires y otras provincias del país- se mencionó a la marca «San Rafael» como una plaza teatral más, y con la sumatoria de las fotos que tanto Vélez como Francese subieron a sus redes sociales de nuestras bellezas naturales, y que se repicaron con total éxito en varias revistas y diarios digitales de alcance nacional.