Semanas atrás el juez de Faltas prohibió a los boliches bailables la venta de bebidas alcohólicas de tres cuartos y de litro. Si bien no es una potestad del juez hacer leyes o reglamentos, hizo su propia interpretación de la ley de nocturnidad, que dice en uno de sus artículos que los empresarios bolicheros no pueden fomentar el consumo excesivo de alcohol.
En este sentido el Dr. Oscar De Diego interpretó de una manera muy peculiar esa letra de la ley, y creyó que vender bebidas de litro o tres cuartos (como vino tinto, espumantes, champagña o cerveza) es una forma de promoción del consumo de alcohol.
El espíritu de la decisión del magistrado tiene que ver con poner un cepo al consumo desmedido, pero sólo en quienes llevan poco dinero al local nocturno, ya que los jóvenes que llevan 200 pesos o más, tienen para tomarse seis tragos, y salir tan borrachos como quienes gastan $80 comprando en envases grandes. Es decir, como ocurre actualmente con las infracciones viales, son un «castigo» para quienes menos tienen.
La prohibición, que rige hace tres semanas, derivó en un duro reclamo por parte de los bodegueros locales, quienes explicaron que se veían perjudicados por la medida.
Finalmente, y luego de tanta crítica, el juez resolvió dar marcha atrás con su decisión y volvió a autorizar la venta de estos envases en los boliches bailables. Hay que decir que la polémica decisión sólo era para los locales donde se baila, y no pubs ni confiterías.
De Diego explicó que su nueva decisión tuvo que ver con la imposibilidad de los comerciantes de conseguir botellas de 300 cc.